Respecto a los tratamientos de datos personales que realizamos día a día en nuestro trabajo, cabe destacar la importancia de vigilar que se encuentren actualizados y que sean exactos tal y como indica el art. 5.1.d del RGPD: Los datos personales serán exactos y, si fuera necesario, actualizados; se adoptarán todas las medidas razonables para que se supriman o rectifiquen sin dilación los datos personales que sean inexactos con respecto a los fines para los que se tratan («exactitud»).
El incumplimiento de lo indicado en el artículo puede llevarnos a recibir una importante sanción por parte de la AEPD, y como muestra expondremos un par de ejemplos.
Ejemplo 1: el titular de un domicilio cambia de correduría de seguros y vuelve con la que ya estuvo hace más de 10 años. Al solicitar la correduría el nombre y apellidos del titular, aparecen en su base de datos (primer error, ya que deberían estar suprimidos) y le indican que proceden de inmediato al alta del seguro. Pues bien, al cabo de 10 años puede suceder que algunos datos hayan cambiado, como el numero de teléfono, correo electrónico o cuenta bancaria, con lo que podríamos provocar un perjuicio al interesado que podría desembocar en una denuncia ante la Agencia y la posterior sanción.
Ejemplo 2: sancionado con 10.000 €. Un trabajador de una empresa hace uso de un servicio de paquetería a título particular, indicando como lugar de recogida la empresa donde trabaja y abonando el pedido con su tarjeta de crédito. Se da la circunstancia de que la empresa también es cliente de la compañía repartidora. Esta última al ver la dirección de entrega, emite una factura a la propia empresa, con lo que se produce un perjuicio para el interesado al reclamarle su empresa el abono de dicha factura, donde aparecían sus datos personales junto con los del destinatario.
Autor: A. Amo